Por una vez, mi ausencia bloguera no ha sido por pereza de escribir.

He pasado una mala racha que me ha tenido bastante chof. En estos días he hecho alguna cosa de la que no me siento orgullosa, aunque mi conciencia está tranquila porque sé que lo que hice era la única solución en ese momento al problema y que lo resolví de la manera que me pareció mejor para ambas partes y que aun ahora, después de días dándole vueltas sigo pensando que fue lo mejor porque observo día a día los resultados de mi decisión y me encanta lo que veo.

A ésto se unió el que no me aceptaron en ninguno de los dos institutos en los que eché instancia para hacer la F.P a distancia. Pensé que con las notas que iba no me sería complicado pero con lo que no contaba es que el corte lo hacían por días trabajados como auxiliar y claro, había gente que llevaba años de experiencia así que...

Pero bueno, tras el chafón inicial al ver las listas de admitidos enseguida le he dí la vuelta al asunto y empecé a mirar cómo presentarme por libre. Ya estoy mirando libros, plazos de matrículas y demás mandangas.

Otro asunto que me echó p'abajo fue que llamé a quién pensé que me iba a reconfortar cuando peor me encontraba y en vez de palabras de ánimo con lo que me encontré fue con lo contrario y la verdad, no me lo esperaba, porque conociéndome como me conoce y sabiendo lo que pienso de ciertos temas, debería haber supuesto (mi llanto ya le daba pistas...) cómo me encontraba, pero su empatía fue nula. Cosas que pasan...

Y aun hay por ahí dos o tres cosillas más que han contribuído a que no pudiera levantar cabeza estos días atrás, pero paso de contar más angustias, que no son cosas que quiera dejar aquí en mi caldero.

A día de hoy ya estoy mejor pero lo he pasado realmente mal porque encima no me gusta ir por ahí contando penas o con cara triste así que salía cada día de casa con la coraza puesta y se me hacía eterna la jornada desde las 6:45 que salgo de casa hasta las 17:00 que llego a casa...
Y al llegar a casa, con lo internetera que soy yo, me veía sin ganas de facebook, twitter, tumblr, blog, msn... Apenas me acercaba al pc.

Pero bueno, ya voy estando mejor. Mi gallego es mi mejor remedio ante cualquier mal. Día a día me demuestra lo que me quiere, me ayuda y apoya en todo lo que me propongo y me sabe provocar una sonrisa por muy tristona que me encuentre. 
Es increíble lo distintos que somos y lo bien que nos complementamos, es mi vida y le quiero con locura :)