Por fín el otoño ha llegado y el verano queda atrás. Y aunque éste no ha sido como los 40 anteriores que viví en Zaragoza sino mucho más fresquito y llevadero, ya tenía ganas de ver como era el otoño y el invierno es esta bella tierra cántabra en la que ahora vivo.



Por ahora no me está decepcionando, el otoño llegó con una bajada notable de temperatura y trajo lluvia, esa lluvia que hace que al verla tras mi ventana sienta aun más acojedora la casa en la que estoy viviendo.
Tenemos en el salón un ventanal de cuatro metros en los que la lluvia resbala de forma perfecta, verlo desde mi pc, con mi gato y mi perrita en primer plano durmiendo enroscados en el sofá y miniño interneteando en su pc es una visión que me dan ganas de fotografiar y enmarcar :)

Bienvenido seas, otoño!